La familia Cantalapiedra está ligada al cultivo de viñedos en la localidad de La Seca en Valladolid desde el siglo XIX. En 1949 Heliodoro Cantalapiedra plantó su propio majuelo, que cultivaría junto con el resto de propiedades de su familia. Medio siglo después, su hijo Isaac Cantalapiedra crea su propia bodega con su hijo Manuel como enólogo, continuando así la saga de viticultores que aúna a las 3 generaciones. En el año 2014 se inaugura la bodega en la que actualmente estan trabajando, viñedo tratado de manera ecológica y elaborando vinos de carácter único, que intenten respetar al máximo el terruño y la variedad típica de la zona, el Verdejo.
Actualmente la bodega cuenta con 20 hectáreas de viñedo propias repartidas en distintas parcelas dentro del municipio de La Seca. Los suelos de estas parcelas van desde el franco-arcilloso al franco-arenoso, asentados sobre una capa inferior de suelo calizo, y como característica principal, una manta superior de canto rodado. Todo el viñedo esta tratado de forma ecológica, mediante infusiones de cola de caballo, ortigas,… para controlar las posibles enfermedades típicas de la vid sin afectar ni poner en peligro la biodiversidad y el equilibrio de la zona. Los vinos blancos que actualmente elaboran son:
Cantayano, elaborado con Verdejo procedente de nuestras propias parcelas, todas dentro del municipio de La Seca. Cepas de entre 20 y 30 años a 730 metros de altitud. La vendimia se realiza a mano. Una vez en la bodega la uva se despalilla y se prensa. Fermentación espontánea y crianza sobre sus lías durante 8 meses antes de salir a la venta.
Majuelo El Chiviritero, es una pequeña parcela de 2.5 ha, plantado sobre suelos de canto rodado, arcilla y caliza a unos 750 metros de altitud. Viñedo viejo de rendimientos muy bajos, con una producción total de 7000 botellas. Viticultura tradicional con prácticas biodinámicas. Vendimia manual, fermentación espontánea en barricas de roble francés de diferentes volúmenes. Once meses de crianza en barrica y otros onces meses en acero inoxidable, antes de embotellar.
Majuelo Los Picones, situado a 750 metros de altitud sobre suelos de canto rodado, arena, y caliza. Vendimia manual, en bodega un 80% se prensa y fermenta en barricas de 500L de roble. El otro 20% se despalilla para fermentar junto a los hollejos, al terminar la fermentación se ensambla y pasa una crianza de 11 meses en barricas de roble, el vino pasará de 8 a 11 meses más en acero inoxidable para su afinamiento, se producen 3000 botellas de esta referencia.
Majuelo La Otea, es una pequeña parcela con más de 150 años. Cepas en pie franco que sobrevivieron a la filoxera gracias a los suelos de arenas sobre los que reposan, viñas con muy bajos rendimientos, apenas se embotellan 1700 botellas. Los racimos son prensados sin despalillar, el mosto es introducido en barricas de roble francés de 600L donde fermentará de forma espontánea. Tras una crianza de 11 meses, el vino pasará de 8 a 11 meses más en acero inoxidable para su afinamiento.
